miércoles, 19 de agosto de 2020

La masturbación, las represiones sexuales y la educación.

Hemos escuchado una infinidad de veces que la masturbación es mala, pecado, cosa del diablo, que va hacer que no crezcas, que el que se masturba está condenado a la enfermedad o peor aún  nos dicen “no serás bienvenido en el reino de Dios”.

           Si los padres prestáramos menos atención a

la exploración que hace en niño en sus primeras etapas del desarrollo, la masturbación seria menos compulsiva, pues en mi experiencia docente que es la prohibición la que fija el interés del niño.

Cuando se elimina el sentimiento de culpa, el niño pierde el interés obsesivo por la masturbación y el morbo. La moralidad  actual y porque no de antaño, represora, violenta, pareciera que prefiere hijos delincuentes que hijos masturbadores; es pues, la represión de la masturbación la raíz de muchos delitos, y ahora nos quieren imponer un sistema de prohibiciones, mayores a los que ya tenemos, en el sistema educativo, lo llaman PIN PARENTAL, el cual representa un atraso enorme en nuestro sistema educativo, además de fomentar de manera radical la prohibición y la represión, es por ello que hoy hablo de la masturbación.

Para ser más claro pondré un ejemplo, de lo que causa la represión de la masturbación y lo que puede causar este sistema de prohibiciones que quieren imponernos:

En una ocasión platicando con un niño que tenía una seria fascinación por el fuego, a tal grado de querer incendiar su casa con una botella con gasolina, dentro de la plática lo primero que se me ocurrió preguntar fue ¿por qué su fascinación por el fuego? ¿Qué representaba para él?, su respuesta fue que el fuego representaba poder, muerte y destrucción, me dijo algo así como el infierno. Mi segunda pregunta, ya bastante interesado en ese peculiar interés del niño por el fuego, le pregunte ¿en cuál de estas representaciones estaba pensando aquel día?  Su respuesta fue el poder del infierno, lo que me llevo a mi primera conclusión, la represión estaba muy presente en su educación tanto en la casa como en la escuela, lo castigaban o regañaban diciéndole que si hacia esto o aquello se iría al infierno.

Después ya entrado en terapia, le pregunté ¿por qué una botella? Su respuesta me sorprendió, pero también se abrió un panorama mayor, - la botella es algo largo con un agujero- respondió-

Después de algunas sesiones me pude dar cuenta que sus costumbres de incendiario eran un sustituto de la masturbación, pues se lo habían prohibido sus diferentes figuras de autoridad a lo largo de su vida.

La masturbación es muy importante en la educación y en el proceso de aprendizaje de los niños, pues la libertad de los niños para masturbarse significa niños felices, alegres, fogosos y que en realidad no tienen mucho interés en la masturbación, se interesa más en cosas como las matemáticas, el arte, la danza, la historia, en cambio el niño reprimido en su sexualidad, en este caso en su masturbación se interesa más por la destrucción, son niños ansiosos, problemáticos y que odian.

Las prohibiciones traen consigo infelicidad, odio, intolerancia, hoy más que nunca es muy importante que entendamos esto, pues de esto trata el mentado pin parental, de prohibiciones, y gran parte del odio, violencia y muerte que existe en el mundo nace precisamente ahí en las prohibiciones sexuales de la infancia.  


jueves, 13 de agosto de 2020

Reflexiones en tiempos del COVID

 

Hoy me puse a pensar algunas situaciones que nos está dejando la pandemia del covid-19, sobre todo en la educación en casa, pero también en la educación social, en un sistema político-económico, donde existe desde hace mucho tiempo un aparato de sugestión, es decir estamos educados para siempre estar aumentando nuestro apetito de consumo, por lo cual, la educación desde la casa, la escuela y la sociedad está dirigida a fortalecer nuestro apetito de consumo y sobre todo que sea lo más provechosa para las grandes industrias, es decir, nos educan para ser los eternos consumidores.

Por lo que la educación esta tornada a esto, a la explotación del hombre por el hombre, convirtiendo la felicidad, el amor en asuntos de mercaderías, tan es así que le damos demasiada importancia a la pulcritud de las 7 virtudes capitales, el individuo se enorgullece tanto de su pulcritud, que termina siendo un hombre de segunda, estimando, por ende, las cosas de segunda, las más banales y muchas veces las personas más pulcras tienen el alma más sucia.

El claro ejemplo de esto es que nos dedicamos a explotar demasiado a nuestros niños y todo niño odia que se haga uso de él como si fuese un objeto; nuestra sociedad quiere de sus niños servilismo pero no buscamos buenas maneras, solo queremos frívolos modales, llenos de esa moral que nos hace temer a la vida, estamos convirtiendo a nuestros niños en necrófilos ( odio a la vida o amor a la destrucción) y es en este punto donde podemos encontrar a groso modo la razón del porque el mundo sufre tanto: SU  USO EXCESIVO DE  CENSURAS Y REPROBACIONES, POR SU EXCESO DE ODIO.

Es muy fácil ver nuestra ingenuidad como adultos y la gran cantidad de errores que cometemos con nuestros hijos, pues esperamos sinceridad de nuestra clase política (véase cuan ingenuos somos), pero educamos a nuestros hijos de manera tal que no se atrevan a ser sinceros.

Después de pensar todo esto me surge un cuestionamiento ¿por qué el niño tiene que obedecer?  Será acaso que tiene que obedecer solo para satisfacer el deseo, de nosotros los adultos, a tener poder, de otro modo ¿por qué tendría que obedecer el niño?

El progreso de nuestra sociedad consiste en librar de vergüenzas y apariencia al mundo, librarlo del miedo y el odio al mundo, solo así estaremos contribuyendo al avance de la nueva sociedad de buenas maneras. Se tiene que renunciar al odio disfrazado autoridad y desaprobación, debemos renunciar a la intolerancia (consecuencia al miedo a la libertad, acto que puede llegar a ser inconsciente) debemos quitar la vieja moral, esa moral limitante, debemos despojarnos de los veredictos de las multitudes, a esto le podemos llamar RENUNCIACION.

Debemos dar espacio a la libertad de ser mas, debemos permitir a nuestros niños y a nosotros mismos por expresarnos abiertamente, con sinceridad, poder pintar y bailar; porque si no hay lugar para la danza (libertad para danzar la propia vida) ¿cómo encontrar la libertad en los momentos más serios de la vida? Si no enseñamos ser libres para que cada uno invente sus propios pasos de baile, si no permitimos que cada uno de nuestros niños se atreva a inventar su propia danza de la vida, es improbable que se atreva a inventar sus propios pasos educativos, religiosos o políticos.

DAR LIBERTAD ES DAR AMOR, Y SOLO EL AMOR PUEDE SALVAR AL MUNDO.  

 

    

miércoles, 12 de agosto de 2020

AL FUTURO MAESTRO



AL FUTURO MAESTRO:

Creo que ser maestro tiene, como en el taoísmo su lado luminoso y su lado oscuro y existe una dualidad entre ellos. En la vida casi todo es así; no hay nada tan malo que no tenga algo de bueno y al revés. Lo que importa es ser consciente de todo, luces y sombras, para que nada nos tome desprevenidos y sobre aviso no haya engaño. No me inclino por una actitud indiferente ante las ambivalencias de la vida ni mucho menos por el conformismo; más bien por una actitud realista que relativice lo negativo y valore sin fantasías lo positivo; creo que por ahí va eso que llama madurez.

Y para estar en esta profesión se necesita de mucha madurez, me querido amigo, porque de antemano conocemos el lado oscuro de esta profesión que es el bajo salario que percibimos y aún más profundo, lo que ese salario significa: el precario reconocimiento social hacia nosotros los maestros. Y claro que esto duele; lo percibimos todos los días y nos acompaña como infernal oscuridad; a veces alguien te ve de arriba abajo; mucha gente no valora ni lo que estudiaste ni lo que haces. El lado oscuro son también los escasos recursos con que cuentas para realizar tu tarea y la poca atención que tenemos por parte de las autoridades. Fuera del libro de texto y el gis, casi no cuentas con nada; estás librado a tu imaginación.

Júntale a todo lo anterior la pobreza de los alumnos que les dificulta tanto aprender; la obstinación, indisciplina y rebeldía de algunos muchachos en el aula; la ignorancia, a veces, de los padres de familia que no saben estimularlos ni corregirlos, y la falsedad, que nunca falta, en la comunidad. Para ganarte la atención de los chicos tienes que competir con la “tele”, los videos y los cantantes de moda, en batallas que están perdidas de antemano; y, como remate, se te culpa no sólo de que los alumnos no aprendan, sino de todos los males del sistema educativo. Decididamente, el lado oscuro es más bien negro, de tantas dificultades y problemas que tiene la profesión.

¿Qué pondremos en el otro lado? Yo soy maestro (un tiempo quizá demasiado corto para tanto como ahora hablo sobre la educación) y recuerdo siempre tres cosas que me parecen hermosas. La primera es la experiencia de “ver aprender”; suena curioso decirlo así pero no hallo otra manera. Me toco también enseñar  a leer a un grupo de campesinos adultos, de la sierra del Garabato (uno de ellos, don primitivo, de 76 años por cierto). El momento en que las letras se convierten en palabras y éstas en pensamientos es como un chispazo que estremece al niño y al adulto por igual; en ese momento el niño sonríe y su sonrisa es expresión de triunfo, gozo de descubrimiento y juego ganado; en el adulto es emoción que le desconcierta, comprobación de que “no era tan difícil” y extraña sensación de descubrir que el pensamiento está escondido en los garabatos del papel. Yo simplemente lloré cuando don Primi (como le decíamos de cariño) me dijo esa tarde: “Ya sé leer; ya soy gente de razón”, soltando un orgullo reprimido por setenta años.

Ser maestro o maestra es ser invitado, en ciertos momentos privilegiados, a entrar al alma de nuestros alumnos y ayudarles a encontrarse, a afirmar paulatinamente su carácter, a descubrir sus emociones, quizás a superar sus temores y angustias. Y para muchos alumnos el maestro o la maestra son los únicos apoyos con que cuenta.

Es por ello que resulta imprescindible el maestro, yo te invito futuro maestro, que estarás en las aulas, tal vez y dándole clases a mis hijos, que provoques en ellos felicidad, que los problematices hasta el grado de que piensen por ellos mismos y te cuestionen, que la felicidad sea tu principal objetivo, que el amor guie tu camino en el andar del aprendizaje.

Saludos fraternos

Jorge Rodríguez.

Los beneficios de los dominantes, la maldición de los dominados.

 Hoy en día la definición de capitalismo consiste en la riqueza de unos países y en la basta pobreza de otros, es decir, para que esto exist...